ALEXANDER PUSHKIN: EL INICIO DE LA MODERNIDAD RUSA

 

    Alexander Pushkin nació en Moscú el año 1799 en una familia de la alta nobleza rusa. Resulta curioso que uno de sus antepasados maternos fuera un esclavo etíope, algunos de cuyos rasgos físicos heredó el poeta. Aunque de niño su propia madre rechazaba esa herencia africana, desde la adolescencia el poeta fue gracias a ella un joven atractivo con gran éxito entre las mujeres. Su padre, de origen germano, era de ideas ilustradas, lo cual favoreció que el futuro escritor desde la infancia pudiera entregarse a la lectura en la biblioteca familiar, con especial inclinación por los autores ingleses (Byron, Shakespeare, Sterne) y franceses (Molière, Voltaire). De hecho, Pushkin era perfectamente bilingüe en francés.

    Hasta 1817 estudió en el colegio imperial de Tsarkoie Selo, ciudad que hoy en día se llama Pushkin en su honor. Allí escribió sus primeros poemas, antes de ingresar en el ministerio de Asuntos Exteriores. Siguieron tres años de vida disipada en San Petersburgo, durante los cuales continuó redactando poemas de tipo romántico y popular como Ruslan y Ludmila, pero también comprometidos contra la autocracia del Zar, como la Oda a la libertad. En materia política, Pushkin era liberal pero no revolucionario y, en último término, no llegó a comprometerse, al contrario de algunos de sus amigos, con la revuelta decembrista.

    De todos modos, en 1820 sus poemas fueron juzgados sediciosos y Pushkin, condenado al exilio por el Zar. En un primer momento fue enviado a Ucrania pero pronto obtuvo permiso para viajar al Cáucaso y a Crimea, una estancia que le marca profundamente y durante la que sigue llevando una vida desordenada, entregada a las conquistas amorosas, las fiestas y el juego, viéndose incluso envuelto en varios duelos, de los que sale indemne.

    De vuelta a Rusia y recluido en su propiedad de Mijailovskoie, en un aislamiento casi total, se dedica a leer y escribir y a escuchar la leyendas populares eslavas que le cuenta su aya. Esos seis años de exilio son esenciales para la inspiración poética de Pushkin y son los de sus primeras grandes obras, todavía muy marcadas por la influencia romántica de Lord Byron: El prisionero del Cáucaso (1821), La fuente de Bajchi Sarai (1822) y el comienzo de su obra maestra, Eugenio Oneguin (1823-1830). También escribe en Mijailovskoie su gran tragedia Boris Godunov (1824-1825). Además, este alejamiento de la corte hace que, muerto el zar Alejandro I, Pushkin no se vea involucrado en la revuelta decembrista de 1825 contra su sucesor, el absolutista Nicolás I, en la que participan muchos de sus amigos.

    Por el contrario, el nuevo emperador hace regresar al poeta a Moscú y le propone ser su censor personal para que pueda seguir escribiendo. De este modo, Pushkin debe dar cuenta de sus desplazamientos a las autoridades y su actividad literaria es estrechamente controlada por el poder, de manera que llega a ser considerado un colaborador del despotismo a ojos de los liberales. De esta época es su poema Poltava (1828), escrito en honor de Pedro I el Grande.

    En la corte, Pushkin recupera primero su vida ociosa y disoluta pero pronto cambia de actitud y se casa, en 1831, con Natalia Goncharova, una de las mayores bellezas de Moscú. Durante esta época, en plena madurez literaria, comienza su obra en prosa. La dama de picas (1833) es una larga novela de inspiración fantástica y La hija del capitán (1836) una novela histórica a la manera de Walter Scott. También escribe “pequeñas tragedias” como El convidado de piedra, sobre el tema de don Juan, y despliega una intensa actividad como periodista en la revista literaria El Contemporáneo. En esos momentos su prestigio y su popularidad son enormes pero se le reprocha tanto sus cambios de estilo –ya no utiliza las técnicas románticas de sus primeras obras- como su escaso compromiso contra el poder del zar.

    Los últimos años de la vida de Pushkin fueron infelices. Su familia y su mujer son una fuente constante de problemas prácticos para él, sobre todo financieros, ya que Natalia, con la que tiene cuatro hijos, le exige mucho dinero para mantener su alto nivel de vida y sus relaciones sociales. Esto le obliga a someterse a las exigencias del gobierno y neutraliza su rebeldía. Al mismo tiempo, ella es, también, muy coqueta y su relación con un oficial francés da lugar a rumores que obligan a Pushkin a retar a su rival a un duelo. En enero de 1837 el escritor recibe una bala en el vientre y muere dos días más tarde como consecuencia de su herida. Una gran muchedumbre le rinde homenaje durante su entierro, hasta el punto de que las autoridades se ven obligadas a tomar medidas para impedir manifestaciones. Para entonces ya estaba considerado el más grande escritor ruso pero las circunstancias de su muerte lo convirtieron, además, en una auténtica leyenda y hoy en día Pushkin sigue contando con una enorme popularidad en Rusia.

    Pushkin tiene una gran importancia en la literatura rusa por ser quien llevó a su culminación los esfuerzos del siglo anterior por hacer del ruso hablado una lengua literaria culta. Gracias a él, Rusia se puso a la altura del resto de las grandes regiones europeas, haciendo posible que tras su muerte los escritores rusos llegaran a colocarse en la vanguardia de la evolución literaria europea. Por lo que a su estilo respecta, siempre se le ha reconocido su simplicidad, su precisión y una elegancia extrema. Su escritura es la de un escritor clásico viviendo en la era romántica, cuya influencia no se dejó sentir más que en sus primeros poemas. Todos los grandes escritores del siglo XIX ruso se inspiraron en su obra pero también fue fuente de inspiración para grandes compositores como Chaikovski (Eugenio Oneguin), Rimski-Korsakov (El cuento del zar Saltan) o Mussorgski (Boris Godunov).

PRINCIPALES OBRAS

    Ruslán y Liudmila, leyenda en verso(1820)

    El prisionero del Cáucaso, leyenda en verso(1821)

    La fuente de Bajchi Sarái (1823)

    Poltava, epopeya (1829)

    Pequeñas tragedias (que incluye El invitado de piedra o Mozart y Salieri) (1830)

    Borís Godunov, tragedia (escrita en 1825, publicada en 1831)

    Cuentos del difunto Iván Petróvich Belkin (prosa) (1831)

    Cuento del zar Saltán (poema) (Skazka o tsarié Saltane - 1831)

    Eugenio Oneguin (novela en verso) (1825-1832)

    La dama de picas (1833)

    La historia del motín de Pugachov, historia (1834)

    La hija del capitán (prosa) novela histórica (1836)