Ch. DICKENS: LA GRAN NOVELA POPULAR INGLESA
Charles Dickens nació en el sur de Inglaterra en 1812 en una familia de clase media pero su infancia estuvo marcada por las deudas de su familia. En Londres y con solo diez años, conoció en sus propias carnes la miseria de los suburbios al ser condenado su padre por insolvencia. Su familia hubo de ir a vivir con él a la cárcel y Dickens, aún un niño, fue acogido por otra familia a la que correspondió trabajando hasta diez horas diarias en una fábrica de betún para el calzado. De este modo, el futuro escritor apenas pisó una escuela y su formación hubo de ser ante todo autodidacta, basada en lecturas como el Tom Jones de Henry Fielding, Robinson Crusoe o Don Quijote de la Mancha.
Tras múltiples ocupaciones, en 1828 comenzó a colaborar como reportero en la prensa londinense. Trabajó primero como comentarista político pero su verdadera iniciación literaria llegó en 1836 con las primeras entregas de Los papeles póstumos del club Pickwick, que lo convirtieron de repente en un escritor de éxito. Ese mismo año contrajo matrimonio con Catherine Hogarth, con quien vivió durante más de 20 años y tuvo 10 hijos. También comenzó a trabajar como editor de la Bentley’s Miscellany, revista en la que publicó algunas de sus novelas más importantes, como Oliver Twist al año siguiente. A esta siguió La tienda de antigüedades, con las desdichas de la pequeña Nelly, la aún hoy famosísima Canción de Navidad y muchos otros títulos de éxito que lo convirtieron en el novelista más popular de la Inglaterra de su tiempo. A partir de los años 40, con muchas menos preocupaciones económicas, Dickens comenzó a planificar cada vez mejor sus novelas y a hacer un mayor uso de los recursos literarios, con obras como Casa desolada, de 1852, y Tiempos difíciles del 54. También tuvo éxito dando conferencias e incluso fundó un periódico famoso, el Daily News, en 1846; pero su gran bestseller fue David Copperfield, del que llegó a vender 100.000 ejemplares en poco tiempo. El éxito editorial de sus novelas le hizo muy popular y bastante rico, lo que le permitió comprar su propia casa en el campo, en Kent, en 1856. Para entonces ya era considerado como el gran novelista de la sociedad victoriana pero su salud había empeorado y las relaciones con su mujer se habían deteriorado hasta el punto de separarse de ella en 1858, en parte por los rumores que circulaban sobre la relación del escritor con su cuñada Georgina. Estos problemas familiares no impidieron que en 1859 publicara otra de sus novelas más famosas, Historia de dos ciudades.
Algunos años después, en 1865, Dickens tuvo que hacer frente a un grave escándalo social como consecuencia de un accidente ferroviario, cuando estuvo a punto de descubrirse su relación extramarital con la actriz Ellen Ternan. El escritor no llegó a recuperarse anímicamente del accidente por lo que se dedicó durante un tiempo a dar lecturas públicas de sus novelas, tanto en Gran Bretaña como en los EE.UU. Precisamente entonces, llegó a lo más alto de su prestigio social, al ser recibido por la reina Victoria, gran lectora de sus obras. Dickens murió en 1870 de un derrame cerebral y está enterrado en la “Esquina de los poetas” de la abadía de Westminster.
El estilo de Dickens se caracteriza por su sencillez y por un fuerte toque cómico. Algunos de su personajes, como Ebenezer Scrooge, Fagin, David Copperfield o Miss Havisham, han pasado a formar parte de la mejor galería de la literatura inglesa, pero uno de los mejor dibujados es la propia ciudad de Londres. Desde los bares de las afueras hasta las orillas del Támesis, todos los aspectos de la capital británica son descritos por un autor que la amaba y pasaba muchas horas caminando por sus calles. Otras características de la prosa de Dickens son sus personajes idealizados, que contrastan con la descripción caricaturesca de otros, las escenas de gran tono sentimental, y la inclusión de coincidencias increíbles que representan la existencia de una Providencia humanitaria que hace que el bien venza, incluso de forma inesperada.
La mayoría de las obras maestras de Dickens aparecieron como entregas periodísticas y solo después como libros. Este modelo de publicación hacía las historias más baratas y accesibles, siendo aún más atractivas por el trabajo de grandes ilustradores, con quienes Dickens se aseguraba de que los personajes y los ambientes apareciesen tal y como él los imaginaba. Otro efecto importante de este estilo episódico era la exposición de la obra a las opiniones de sus lectores. Como Dickens escribía sus capítulos poco antes de su publicación, podía comprobar la reacción del público e ir adaptando la historia.
Desde el punto de vista ideológico, Dickens era un fiero crítico de la pobreza y de la rígida estratificación social de la sociedad victoriana. Sus novelas pueden vincularse al realismo social y en ellas el autor manifiesta su empatía por el hombre común. Con personajes como el de Nancy, la trágica prostituta de Oliver Twist, Dickens «humanizó» a determinados grupos sociales, sobre todo mujeres, que aparecen en sus obras como víctimas inocentes del sistema victoriano. En sus artículos periodísticos también sostuvo diversas campañas sobre cuestiones específicas como la higiene pública y las condiciones laborales de los trabajadores pero fue la ficción su método más poderoso para combatir las desigualdades de clase. Describió la explotación de los pobres y condenó a las instituciones públicas que permitían la existencia de tales abusos.
PRINCIPALES OBRAS
Los papeles póstumos del Club Pickwick, 1836-1837.
Oliver Twist, 1837-1839.
La tienda de antigüedades, 1840-1841.
A Christmas Carol, 1843.
David Copperfield, 1849-1850.
Casa desolada, 1852-1853.
Tiempos difíciles, 1854.
Historia de dos ciudades, 1859.
Grandes esperanzas, 1860-1861.