ISIDORO DE SEVILLA: NEXO ENTRE ROMA Y EUROPA
Se desconoce el lugar exacto de nacimiento de Isidoro, hacia 556, pero se sabe que su familia, perteneciente a la nobleza hispanovisigoda, era originaria de Cartagena, de donde había tenido que huir tras la conquista bizantina. Radicados en Sevilla, todos los hermanos ocuparon puestos importantes en la iglesia católica y cuatro de ellos, entre los que se cuenta al propio Isidoro, llegaron a ser canonizados por Roma. Su hermano Leandro, en concreto, se distinguió como arzobispo de Sevilla hasta el punto de que fue en un concilio convocado por él donde el rey visigodo Recaredo hizo oficial su conversión al catolicismo en el año 589.
De acuerdo con su alta extracción social, Isidoro recibió una buena educación en el entorno cultural de la catedral de Sevilla, regida por su hermano desde 576. Esta formación clásica y eclesiástica le permitió conocer el latín y el griego pero también el hebreo y la exégesis bíblica. Su origen familiar, sus amplios conocimientos del mundo clásico y su relación con la casa visigoda reinante le permitió influir en el proceso de asimilación de los visigodos y su plena amalgama con los hispanorromanos. Para ello y ya como arzobispo de Sevilla a partir de 600, impulsó la conversión general de los visigodos al catolicismo y favoreció la relación entre las élites gobernantes visigodas y el clero católico en importantes reuniones de contenido al mismo tiempo religioso y político como el II Sínodo de Sevilla (c. 619), contra el arrianismo. Hacia el final de su vida su prestigio le permitió presidir el IV Concilio de Toledo, de 633, que potenció el interés por los estudios clásicos, el Derecho y la Medicina a través de las escuelas catedralicias. Isidoro contribuyó igualmente a la unificación litúrgica del Reino visigodo y promovió la vinculación de la Iglesia católica hispana con la figura del rey. Isidoro de Sevilla murió en 636, fue canonizado en 1598, y en 1722 el papa Inocencio XIII lo declaró doctor de la Iglesia. En la actualidad está considerado el último de los Padres de la Iglesia de rito latino.
Más allá de su prestigio teológico, la principal tarea cultural de Isidoro de Sevilla consistió en preservar, en uno de los principales reinos particulares creados por los pueblos germánicos invasores, el legado cultural heredado del Imperio de Roma. Esto lo convirtió, por otra parte, en el primero de los grandes compiladores medievales, es decir, en uno de los principales nexos de unión entre el mundo antiguo y la Europa medieval. Resulta trascendental, por lo tanto, todo el conjunto de su producción intelectual, compuesta por numerosos y variados trabajos históricos y litúrgicos, tratados de astronomía y geografía, diálogos, enciclopedias, biografías de personas ilustres, textos teológicos y eclesiásticos y hasta un diccionario de sinónimos.
Su obra más conocida son las Etimologías (a partir de 620), monumental enciclopedia que refleja la evolución del conocimiento desde la antigüedad pagana y cristiana hasta el siglo VII. El texto está dividido en veinte libros y constituye una enorme obra recopilatoria en la que se recogen y sistematizan todos los ámbitos del saber de la época (teología, historia, literatura, arte, derecho, gramática, cosmología, ciencias naturales...). Esta obra, avalada por el prestigio intelectual y religioso de su autor, supuso una aportación inestimable a la conservación de la cultura romana y su transmisión a la Hispania visigoda y al resto de la Europa medieval. Otra de sus obras importantes es su Historia de los godos, vándalos y suevos, una crónica de los pueblos que se asentaron en la Península a partir del siglo V d. C.
Su obra De fide catholica contra Iudaeos es un opúsculo polemista escrito contra el judaísmo. Sin embargo, Isidoro no estaba de acuerdo con el rey Sisebuto en su idea de que era necesario promover la conversión al cristianismo por la fuerza. En principio, el arzobispo de Sevilla prefería convencer a obligar aunque hay que reconocer que tampoco fue demasiado enérgico a la hora de rechazar la violencia que sobre los judíos se ejercía en este periodo. Isidoro de Sevilla recogió la tradición polémica antigua, convirtiendo su texto en uno de los más relevantes en materia apologética antijudía hasta bien entrada la Edad Media. En otros escritos suyos encontramos también diversas alusiones a cuestiones musicales que hoy resultan trascendentales para conocer tanto el pensamiento como las prácticas musicales de aquella época.
PRINCIPALES OBRAS
Etimologiae
Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum
Chronica majora
De natura rerum
De fide catholica contra Iudaeos
De viris illustribus.