P. DE RONSARD: EL TRIUNFO DEL RENACIMIENTO EN FRANCIA
Pierre Ronsard nació en de 1524 en la zona central del Loira en una familia de la pequeña nobleza francesa. Se educó con preceptores que le iniciaron en el latín e inició estudios para sacerdote, que no concluyó por entonces. Fue introducido en la corte y pasó tres años en Gran Bretaña al servicio de la reina escocesa Magdalena de Francia. En 1539, de regreso a Francia, entra al servicio del duque de Orleans pero su carrera cortesana fue interrumpida por una grave enfermedad que le dejó medio sordo. Entonces decide consagrarse a sus estudios y a una carrera religiosa por lo que es tonsurado 1543, aunque no llega a abandonar la corte.
Por esa época se familiariza con los autores griegos y con la literatura toscana y se acostumbra al endecasílabo, el alejandrino, la mitología y la erudición. En el Colegio de Coqueret, en 1547, se une a autores como Joaquim du Bellay que luego se conocerán como la Pléiade. Su voluntad colectiva es crear una literatura en lengua francesa a la altura de los poetas clásicos e italianos. Los primeros libros de Odas de Ronsard, de 1550, hicieron que sus admiradores lo denominaran el “Píndaro francés”. En 1552 aparecen sus Amores de Cassandra, de tipo petrarquista. Por último, la publicación conjunta de sus obras en 1560 lo consagra entre los poetas jóvenes.
Para ganarse la vida se esfuerza por adquirir beneficios eclesiásticos y por hallar protectores, hasta que en 1554 es pensionado por Enrique II para que componga la Franciada, una epopeya a la gloria de Francia, en la línea de la Eneida. Pese a no ser capaz de desarrollar todo el proyecto, consigue un puesto de privilegio en la corte de Carlos IX. Durante las guerras de religión tomó partido por el rey y los católicos, lo que le sirvió para conseguir varios prioratos cuyos ingresos le permitieron alejarse de la corte y trabajar en la corrección de sus obras. Hacia el final de su vida, Ronsard publica sus Sonetos para Helena y se ocupa de revisar toda su obra. Muere de gota en 1585.
La obra de Ronsard toca temas variados y ofrece una lengua rica en neologismos; destaca, además, por el establecimiento de normas de versificación que duraron siglos. Publicó al principio odas al estilo de Píndaro, y también odas horacianas, en las que la naturaleza y el epicureismo tienen un papel especial. Sus poemas de amor van dirigidos sobre todo a tres mujeres: Cassandra, una joven italiana que vivía en la corte, cuyo papel es el de la Laura de Petrarca, María, una joven de baja condición con la que establece una relación poco platónica, y Hélène de Surgères, una dama de Catalina de Medicis, de la que a Ronsard separaba un gran diferencia de edad. Sus famosos Sonetos para Helena son una obra de madurez que celebra un amor platónico por una mujer hermosa e indiferente. En ellos, la influencia de Petrarca es de nuevo dominante.
PRINCIPALES OBRAS
ODAS (1550), lírica elegíaca.
LOS AMORES (1552), lírica amorosa.
LA FRANCIADA (1572), epopeya culta.
SONETOS PARA HELENE (1578), lírica amorosa.