MÁS DE 100.000 VISITAS EN UN AÑO
Desde su origen, Historia de la Literatura Europea ha tenido una única misión básica: difundir a través de internet la historia de la cultura europea desde el punto de vista de la creación literaria. La difusión del conocimiento en la red es uno de los rasgos novedosos y característicos de nuestro tiempo y nuestra web literaturaeuropea.es ha querido aprovechar las oportunidades que este medio ofrece para llegar al mayor número de lectores posible. En Europa los sistemas de difusión habitual de los conocimientos, literarios y de todo tipo, han sido la oralidad y el libro. El segundo se impuso en los ámbitos del estudio, de la comunicación a distancia y de los saberes más prestigiosos. Desde el siglo XV, la imprenta permitió que el texto impreso -libros, folletos, periódicos…- se desarrollara enormemente y la alfabetización general de la población en la primera mitad del siglo XX llevó la cultura libresca a sus más altas cotas de penetración social. Sin embargo, justo entonces, la invención de la radio primero y de la televisión después, volvieron a potenciar el papel de la oralidad como difusora del conocimiento y, por fin, el desarrollo de internet y de los dispositivos de lectura electrónica en la última década del XX llevaron incluso a hacer pensar en la desaparición del libro impreso. Hoy, a finales de la segunda década del nuevo siglo, ya sabemos que el libro va a permanecer indefinidamente entre nosotros, pero también que algunas de las labores que había venido desarrollando en estos últimos cinco siglos no volverá a recuperarlas. Han desaparecido las enciclopedias, casi todas las revistas culturales, buena parte de los periódicos tradicionales y pronto desaparecerán también los libros de texto y todos los modelos impresos destinados a conservar y transmitir los conocimientos acumulados. Todo hace suponer que las funciones “prácticas” de la cultura impresa van a ser definitivamente sustituidas por los dispositivos digitales mientras que las funciones “creativas”, ligadas sobre todo a la literatura y el pensamiento original, seguirán quedando registradas sobre papel.
Nuestra web se ha desarrollado, por lo tanto, en un contexto en el que la función informativa del lenguaje ha ido trasvasándose al mundo digital, y nosotros mismos somos un claro ejemplo de ello. Si en estos momentos recopiláramos la información recogida en las páginas de nuestra Historia y la imprimiéramos, estaríamos, aproximadamente, ante un par de volúmenes de 500 páginas cada uno, una obra cara, comercial y ecológicamente, compleja, difícil de manejar y de distribuir y muy poco accesible. En cambio, publicada en internet, como venimos haciendo desde hace tres años, esa misma información es gratuita, ecológica, se presenta de forma intuitiva y con unos contenidos interrelacionados y su acceso es inmediato y global, con una única limitación -eso sí, poderosa, pero compartida con el libro-, la necesidad de conocer la lengua castellana.
A partir de aquí, todo el trabajo llevado a cabo en nuestra web se justifica por la amplitud de su difusión. En el ámbito de la cultura libresca el referente básico para concretar este dato suelen ser las cifras de tirada y de ejemplares vendidos, aunque, por supuesto, estas no tienen por qué ser definitivas al no tener en cuenta la lectura en bibliotecas públicas o los préstamos interpersonales, por ejemplo. En el ámbito de intenet, el método de cómputo es más complejo puesto que no al no haber “adquisición” de un ejemplar, solo podemos contabilizar los “accesos” a la información; ha de hablarse, pues, de “consultas”, algo así como la cantidad de veces, nunca computada, que una persona ha buscado alguna información en una enciclopedia en papel comprada una única vez. Por eso, las cifras en internet son siempre inmensamente superiores a las cifras que maneja el material impreso, algo que, sin embargo, no debería hacernos pensar que necesariamente la difusión sea mayor en un medio que en otro. Sería como considerar que el número de los “amigos” de Facebook es realmente el número de nuestros amigos. Y hemos de tener en cuenta, también, la presencia en internet de “bots” que supervisan e indexan de forma sistemática toda la información que circula por la red. Se trata de máquinas a las que no les interesa en absoluto el contenido y solo registran los parámetros para los que han sido programadas; sin embargo, sus “visitas” sistemáticas aparecen registradas junto al resto de accesos reales.
Con todas estas prevenciones, en realidad lo único que deseamos constatar en estos momentos es que la presencia de nuestra web en internet es cada vez mayor, se amplía de forma sostenida, y comienza a alcanzar unos números que, en un ámbito tan limitado como el nuestro, dan la impresión de tener una mínima relevancia. Este artículo en concreto ha sido provocado por el hecho de que el día 4 de octubre fuimos visitados por el lector número 100.000 del año 2016. Teniendo en cuenta que en los años anteriores las cifras habían sido 34.000 en todo 2014 y 77.500 en 2015, hemos creído imprescindible constatar el dato y la secuencia y dar las gracias a todos los lectores que están posibilitando, con su interés por nuestra web y la literatura europea, que el conocimiento que en ella se recoge vaya difundiéndose de una forma cada vez más amplia.
Además, hoy, día 12 de octubre, queremos aprovechar estas líneas también para dar las gracias de forma especial a la inmensa cantidad de lectores que se acercan a nosotros desde Hispanoamérica. En este caso, la unidad de la lengua y las coincidencias culturales resultan especialmente significativas y, de hecho, las estadísticas de nuestra web indican que la mayor parte de sus lectores no son españoles sino hispanoamericanos, sobre todo mexicanos -una tercera parte-, argentinos y colombianos. Es un orgullo para nosotros esta constancia de que los lazos entre Europa y América que comenzaron a estrechar los marineros castellanos ese 12 de octubre de 1492 han llegado hasta nosotros y nos permiten seguir compartiendo este mismo ámbito de lengua, literatura, cultura y pensamiento que hemos querido desarrollar en nuestra web. ¡GRACIAS! [E. G]